Documentando la muerte de un presidente: El registro de colección de John F. Kennedy
Otoño 2017, Vol 49, No. 3
Por James Mathis y Martha Wagner Murphy
Ningún otro evento en los últimos 75 años ha continuado cautivando a los americanos como el asesinato del presidente John F. Kennedy el 22 de noviembre de 1963 en Dallas.
Más libros y artículos han sido escritos sobre el tiroteo que cualquier otro evento individual en la historia del país. Numerosas películas y documentales han vuelto a contar sobre ese día o ha sido usado como trasfondo para otras historias.
Teorías de conspiración continúan sumergiendo mientras el número de americanos de ese tiempo en 1963 se reduce y generaciones más tarde expresan preguntas sobre hallazgos de la Comisión Warren.
Los registros oficiales de la matanza, el cuarto asesinato de un presidente estadounidense, han sido transferidos a los Archivos Nacionales, cuyo, bajo la ley de 1992, creó la Colección de Registro de Asesinato de John F. Kennedy como depositario para los registros lanzados a través de un proceso de revisión diseñado para apurar su lanzamiento para el 26 de octubre de 2017.
En acuerdo con la ley, se supone que los Archivos para esa fecha, hagan público el paso final a los registros relacionados con el asesinato que contiene a menos que el presidente actual autorice mas aplazamiento.
La historia del asesinato ese día en Dallas es uno en el que los Archivos Naciones, como el depósito de los registros permanentes de valor del gobierno federal, han tenido una parte en
escritura.
Investigadores usan FOIA para acceder a registros
Los Archivos Nacionales tomó custodia del registro de la Comisión Warren el 23 de noviembre de 1964 y lo estableció como el Registro del Grupo 272. La mayoría del registro fue disponible al público poco después de su ingreso. A través de revisiones periódicas y pedidos de investigadores a través del Acto de Libertad de Información (FOIA), para los años 1990’s, solamente 2 por ciento del registro de la comisión permanecía junta en total o en parte. El registro de la Comisión Warren, al lado con algunas series pequeñas, fueron los únicos registros relacionados al asesinato regularmente disponible al público.
Otros registros sobre el asesinato permanecían en custodia de diferentes agencias de la rama ejecutiva, en particular con la Oficina Federal de Investigación (FBI) y la Agencia Central de Inteligencia (CIA). Usando FOIA, investigadores del asesinato pidieron acceso a registros recopilados por el FBI como parte de su investigación del asesinato y miles de páginas de registros adicionales que fueron publicados en los 1970’s y 1980’s.
FOIA, sin embargo, resultó ser un instrumento imperfecto en intentar conseguir más información sobre el asesinato. Investigadores recibían documentos con bastantes partes rayadas. Además, los registros de la Cámara Seleccionada del Comité de Asesinatos (HSCA), el Comité de la Iglesia, y la Comisión Rockefeller, cual había investigado aspectos del asesinato, permanecía cerrada al público porque estaban fuera de la jurisdicción de FOIA.
La película JFK de Oliver Stone en 1991, llevó el problema de acceder registros del asesinato al ojo público. La inserción de Stone al final de la película como tarjeta titulada diciendo que los registros HSCA estaban cerrados hasta 2029 atrajo cierta atención. Se le exigió al gobierno que diera a conocer más registros que tuvieran que ver con el asesinato y su antecedente.
Como respuesta, legislación fue presentada en el Congreso en 1992 para crear un proceso de reviso que estaba fuera de FOIA y específicamente diseñado para acelerar el proceso para exponer los registros del asesinato. El presidente George H.W. Bush firmó la propuesta de ley el 26 de octubre de 1992 y se convirtió en la Ley Pública 102-526, el Acto del presidente John F. Kennedy Colección de Registros de Asesinato de 1992 (el Acto JFK).
Depósito, Comisión Evaluadora creada en la legislación de 1992
En su forma final, el acto JFK declaró que todos los registros vinculados al asesinato tendrían “el cargo de presunción para revelación inmediata.” Para conseguir este objetivo, el acto creó dos entidades relacionadas cuales fueron John F. Kennedy Assassination Records Collection (JFK Collection) y Assassination Records Review Board (ARRB).
La colección JFK, bajo la supervisión de los Archivos nacionales y la administración de registro, sería el depósito central para todos los registros del asesinato del presidente Kennedy. El acto le pidió a agencias gubernamentales a buscar sus archivos para identificar, repasar, procesar y transferir a los Archivos nacionales todos los registros en su custodia que tuvieran que ver con el asesinato. Los Archivos crearía y le daría a las agencias una ayuda estándar para revisar los registros sobre el asesinato. Antes de transferir un registro a la colección, las agencias adjuntaban una copia del registro identificador al registro que lo describía. Cada documento en la colección entonces podría ser identificado, hasta el nivel de cierto artículo. Esto les permitía a investigadores la habilidad de buscar documentos individuales del mismo tema de diferentes registros de diferentes agencias.
El acto dio a los archivos nacionales 45 días a partir de la fecha de promulgación para desarrollar y compartir este sistema de ayuda de hallazgo con agencias y 60 días para establecer la colección; las agencias tenían 300 días para comenzar a transmitir registros a la colección. Una vez que los archivos recibieron un documento, tuvieron 30 días para ponerlo a la disposición del público.
Al principio, el centro de la colección consistía en registros que habían sido abiertos al público antes de 1992, principalmente los registros de Warren Commission in Record Group 272, junto con otras series más pequeñas.
El sistema electrónico creado por los Archivos nacionales y John F. Kennedy Assassination Records Collection Records System (JFK Database), le permitió a agencias capturar metadatos en cada documento (de parte de, para, fecha, título, etcétera), asignarle breves etiquetas de descripción y exhibir información como clasificación, fecha de reviso, estatus y excepciones. La base de datos JFK todavía es la principal ayuda para esta colección.
Task Force Created to Assemble All Records
Al empezar enero de 1993, los Archivos nacionales trabajaron por varias partes para cumplir con sus obligaciones. Los empleados de los archivos empezaron por categorizar los registros de la comisión Warren cuales permanecían retenidos. Para supervisar la colección y trabajar con miembros no nombrados del consejo, los Archivos establecieron la fuerza especial JFK en mayo de 1993. Steven Tilley, cuando estaba en el consejo de la seguridad nacional (National Security Council) pero después en los Archivos nacionales, fue nombrado su director.
La fuerza especial se encargó de categorizar los documentos en la custodia de los Archivos al igual que la búsqueda de las participaciones accesionadas de los registros propios de los archivos nacionales y de la administración de registros para los documentos relacionados con el asesinato. El centro de archivos legislativos empezó a categorizar registros de la investigación JFK de HSCA y bibliotecas de presidentes y archivos regionales buscaban en su terreno para encontrar registros para transferir a la colección. Finalmente, los Archivos trabajaron con agencias para coordinar la transmisión y recepción de metadatos, responder preguntas sobre búsquedas de registros (en particular los registros federales), y organizar los registros de acceso a la colección.
La colección empezó a recibir registros de otras agencias, y en agosto, la CIA transfirió la adición más significativa al cuerpo de registros disponibles públicamente hasta ese momento, 50 cajas de los archivos de personalidad sobre Lee Harvey Oswald, mencionado como el archivo Oswald 201. Estos registros, junto con otros, fueron hechos públicos en agosto 23 de 1993. El FBI también empezó a transferir sus archivos de su caso de Oswald, Jack Ruby y sobre el asesinato.
Toda esta actividad ocurrió antes de que la comisión evaluadora, Assassination Records Review Board, fuera formalmente establecida. La comisión era una agencia independiente, compuesta de cinco miembros y personal con la responsabilidad de supervisar investigaciones de agencias sobre los registros del asesinato. Algunos de sus otros poderes eran que la comisión tenía la máxima autoridad (con permiso del presidente) para aprobar o rechazar propuestas de agencias para que no tuvieran que entregar información. Con este poder, los arquitectos de este acto tenían la esperanza de obtener más información que si seguían operando bajo el acto Freedom of Information.
Comisión evaluadora representa accionistas de NARA, usuarios
Bajo el Acto JFK, el presidente escogería personas recomendadas por American Historical Association, Organization of American Historians, Society of American Archivists, American Bar Association y una de su preferencia. El presidente Bush, que se retiraba, dejo la selección de la comisión a manos de su sucesor Bill Clinton y le recomendó cinco personas el 3 de septiembre de 1993, para ser confirmado por el senado estadounidense: John R. Tunheim, juez de una corte del distrito de Minnesota; Henry F. Graff, profesor jubilado de historia de la Universidad de Columbia; Kermit L. Hally, decano ejecutivo del colegio de artes y ciencias, decano del colegio de humanidades, y profesor de historia y derecho en la Universidad Estatal de Ohio; William L. Joyce, bibliotecario asociado de la universidad para libros poco conocidos y colecciones especiales en la Universidad Princeton; y Anna K. Nelson, profesora adjunta, distinguida en práctica en la Universidad Americana.
El Senado confirmó a los nominados y los nuevos miembros de la comisión fueron comprometidos el 11 de abril de 1994, 18 meses después de que el acto pasó. Por el retraso de establecer la comisión, en 1994, el congreso extendió la existencia de la comisión el 30 de septiembre de 1997. En 1997, esto fue prolongado para un año más, hasta el 30 de septiembre de 1998.
Uno de los primeros deberes de la comisión, además de contratar al personal adecuado, fue definir más a fondo qué era un registro de asesinato. El acto definió un registro de asesinato como un registro “relacionado al asesinato del presidente John F. Kennedy, que fue creado o hecho disponible para ser usado por, obtenido por, o de otra manera fue posesionado por” el gobierno. Esto incluía los registros de previas investigaciones (incluyendo la Comisión Warren y HSCA), la Comisión Rockefeller, la Comisión Pike, los Archivos Nacionales, y cualquier agencia en el brazo ejecutivo.
Más allá de esto, el acto le permitió a la comisión mejorar la definición. Miembros buscaron consejos de varias fuentes, incluyendo de una audiencia pública en octubre de 1994, para definir el ámbito de un registro de asesinato y publicó su definición final enun registro de asesinato en Federal Register el 28 de julio de 1995.
“Un registro de asesinato, la comisión decidió,
[incluye], pero no está limitado a, todos los registros, públicos o privados, sin importar como este categorizado o identificado, ese documento, describe, reporte sobre, analiza, o interpreta actividades, personas, eventos razonablemente vinculados al asesinato del presidente John F. Kennedy e investigaciones o preguntas del asesinato.”
La comisión incluyó en su definición los registros identificados en el acto y también registros creados o identificados por investigaciones previas sobre el asesinato. Además, la comisión identificó como registros sobre el asesinato cualquier registro que ayudará con identificar o interpretar otros registros como manuales interiores o gráficas organizadoras. Finalmente, la comisión incluyó registros que estuvieran fuera de la categoría de registro sobre el asesinato “pero cual tenía el potencial de mejorar, enriquecer y ampliar el registro histórico sobre el asesinato.”
Con esto, la comisión hizo el esfuerzo de ver más allá de los registros relacionados con investigaciones previas. Esas investigaciones estaban abiertas lo más posible para posiblemente obtener registros que permitirían la evaluación sobre cómo asuntos domésticos e internacionales afectarán las investigaciones.
La comisión facilita el proceso de revisión
Con una definición fija de un registro de asesinato, la comisión empezó a trabajar seriamente. En sus primeras juntas, en 1995, los miembros de la comisión revisaron cada documento y propusieron retrasos, en total o parcialmente, junto con justificación de la agencia para el retraso. Los miembros votaron en cada documento para aceptar la proposición de la agencia o para pedir más información.
A medida que los de la comisión se familiarizaron con el tipo de agencias de información que buscaban protección, diseñaron estándares de revisión, lo cual fue referido como “ley común” para la comisión. Como el número de documentos entregados y las agencias crecía, entre 1995 y 1996 el personal de la comisión se encargó del trabajo de revisar los documentos. Para 1996 y 1997, la comisión solamente aceptaba ciertos documentos cuando un asunto nuevo emergía o un empleado recomendaba que se le negara el retraso de alguna agencia. Para 1997, las propias agencias estaban usando previas decisiones de la comisión para “conceder la divulgacion” de los documentos.
Además de revisar las decisiones de las agencias sobre los documentos, empleados de la comisión trabajaron con agencias para encontrar archivos adicionales de registros del asesinato para incluirlos en la Colección JFK.
Los registros anhelados eran de dos tipos.
El primer tipo era cualquier registro que haría más sustanciosa la historia del propio asesinato o que echara luz sobre figuras importantes en el asesinato. Por ejemplo, la comisión buscaba registros adicionales sobre Oswald. Este esfuerzo descubrió un archivo vigente de Servicios de Inmigración y Naturalización de Marina Oswald y el archivo original de personal enlistado en los Marine Corps. La comisión también buscó y revisó información de parte de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) vinculada a su estación en la Ciudad de México de septiembre a octubre 1963, cuando Oswald fue a visitar las embajadas cubanas y soviéticas. La comisión obtuvo detalles no publicados de la vigilancia de CIA de las embajadas y archivos sobre Winston Scott, jefe del CIA. También declaró Anne Goodpasture, quien trabajaba en la estación de la Ciudad de México por varios años y aportó información acerca de las operaciones cotidianas de la estación.
El segundo tipo de registros eran esos que enriquecían la comprensión del contexto histórico de la matanza. Registros con respecto a póliza estadounidense sobre Vietnam y Cuba eran de mucho interés. Los archivos de líderes, Secretario del Ejército y de la oficina del Secretario de Defensa junto con archivos adicionales de parte de CIA, cedieron a documentos importantes sobre estas dos materias que fueron identificados para ser integrados en la Colección JFK.
La comisión anhelaba y recibía registros de oficiales de agencias superiores que documentaban su involucración en la investigación del asesinato; información sobre cubanos en contra de Castro; y registros adicionales sobre el crimen organizado; información sobre individuos específicos quienes eran de interés a la Comisión Warren o a HSCA, o cuales habían sido mencionados en las varias teorías de conspiración y archivos con respeto a empleados de la Comisión Warren y sus críticos.
Por el trabajo de la comisión, la Colección JFK no solo era importante para investigadores del asesinato, pero también una herramienta valiosa para los investigadores interesados en los diferentes aspectos del principio de la década de los 1960s sobre la Guerra Fría en América.
La comisión busca clarificar el registro
Además de localizar y revisar los registros de las agencias, la comisión deseaba clarificar el registro de varios temas de controversia sobre el asesinato. La comisión, con la cooperación de la compañía Eastman Kodak, los Archivos Nacionales, el FBI y la familia Kennedy, pudieron digitalizar las fotografía tomadas durante la autopsia del presidente Kennedy.
El segundo tipo de registros eran esos que enriquecieran la comprensión del contexto histórico de la matanza. Registros con respecto a póliza estadounidense sobre Vietnam y Cuba eran de mucho interés. Los archivos de líderes, Secretario del Ejército y de la oficina del Secretario de Defensa junto con archivos adicionales de parte de CIA, cedieron a documentos importantes sobre estas dos materias que fueron identificados para ser integrados en la Colección JFK.
La comisión le pidió a Eastman Kodak examinar in-camera original y las copias de primera generación de la cinta Zapruder al igual que digitalizar y mejorar el filmaje. Un trabajador retirado de Kodak, Roland Zaveda realizó un examen exhaustivo de la película y escribió un extenso informe que forma parte de la colección JFK en los registros de la Junta.
Finalmente, la comisión trabajó con el Departamento de Justicia y con el FBI para organizar más pruebas de la nariz de la bala encontrada en la limusina presidencial (Comisión Warren, exhibición 567 [CE 567]) para determinar si contenía fibras textiles. Estas pruebas fueron originalmente recomendadas por HSCA pero nunca se hicieron. Las pruebas empezaron en septiembre 1998 y los Archivos Nacionales emitieron el reporte final en enero 2000. El análisis definitivamente probó que el fragmento no contenía fibras textiles ni de la ropa del presidente Kennedy ni de la del gobernador John Connally. Sin embargo, se demostró que el fragmento contenía piel humana y tejidos.
88 por ciento de los documentos de la colección JFK son publicados
Formalmente, la comisión se fue a la quiebra el 30 de septiembre de 1998. Para cuando terminaron su trabajo, había cumplido con la mayoría de los objetivos del Acto JFK. La comisión votó en la publicación de más de 29,000 documentos con alguna forma de retraso y aprobó el consentimiento de publicación de otros 33,000.
En total, la colección JFK consiste en más de 5 millones de páginas y la base de datos JFK contiene información sobre más de 319,000 documentos individuales. 88 por ciento de los documentos en la colección ahora están completamente disponibles; 11 por ciento están disponibles, pero con algunas partes ocultas por la comisión bajo una de las excepciones del Acto JFK; y solo 1 por ciento completamente oculto por la comisión.
Por la insistencia de la comisión sobre que sanciones fueran aplicadas restringidamente lo más posible, documentos publicados tenían menos información retenida a diferencia que si los documentos estuvieran a cargo de FOIA. En efecto, la mayoría del 1 por ciento retenida en total había sido declarada por la comisión como “no vinculada al asesinato,” o “no se creía relevante.”
Durante el cargo de la comisión, JFK Task Force trabajó con agencias en la base de datos JFK para el consentimiento de la publicación de los registros a la colección. A medida que la colección crecía, los Archivos dirigieron una firme corriente de investigadores que declararon su interés de continuar la publicación sobre el asesinato.
NARA se queda a cargo de las obligaciones de la comisión
Después de la titularidad de la comisión, existían varios asuntos sin ser resueltos. Mientras la comisión hacía decisiones sobre todos los documentos de parte del FBI y CIA, cientos de documentos necesitaban ser procesados, información necesitaba ser actualizada para ser puesta en la base de datos y muchos documentos no estaban completamente archivados. Los Archivos Nacionales asumió la responsabilidad de supervisar el trabajo restante. Entre 1999 y 2000, los Archivos recibió los documentos originales de los que fueron retrasados como lo pedía la ley y los puso en la Colección Protegida JFK, físicamente separada de la colección abierta. Los registros de parte de la comisión formaron parte de la colección en el grupo de registro 541.
Cuando estos registros fueron recibidos y combinados, los contenidos de la Colección JFK estaba relativamente estable. Algunos registros continuaban siendo combinados como trabajo atrasado de documentos anteriormente retenidos por la Comisión Warren junto con otros documentos de otras series de nuestras pertenencias. Durante los últimos 20 años, hemos añadido algunos documentos que fueron donados, incluyendo los archivos personales de dos trabajadores anteriores de la Comisión Warren.
Con su propia iniciativa, el CIA revisó todos los documentos con datos de estreno hasta el 2010, y la agencia los mandó a los Archivos Nacionales en 2005. En varios casos, los documentos que fueron ocultos, fueron mostrados en su totalidad. Algunos tenían partes ocultas, pero a esas partes se les permitió ser vistas, así dando a conocer más información.
El siguiente gran cambio a la colección fue programado para fines del 26 de octubre 2017 a menos que el presidente pidiera que fuera retenido. Desde octubre del 2014, un equipo de archivistas y técnicos han estado procesando y digitalizando los registros retenidos.
Los Archivos ha completado el proceso de los archivos, de escanear los registros y notificar a las agencias que los documentos que previamente eran retenidos, se darían a conocer en 2017 a menos que hubiera una excelente apelación al presidente. Una vez que lo digital este completado, los documentos físicos van a ser colocadas dentro de un archivo de las 5 millones de páginas de la colección física.
Al final de este proceso, se espera que la mayoría de los registros sobrantes identificados por la comisión para ser incluidos a la colección estaría disponible en totalidad para el público. Esto seria para exponer los eventos vinculados al asesinato del presidente Kennedy y el contexto histórico de esos eventos. Los Archivos Nacionales va a continuar en hacer los registros disponibles como lo ha hecho desde que obtuvo los registros originales de la Comisión Warren.
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James Mathis es un archivista con posición de supervisor con el Acceso Especial y el personal FOIA. Desde 2014 has sido el líder para el proyecto JFK2017.
Martha Wagner Murphy es la gerente del programa de póliza de acceso para la Colección de registros del asesinato JFK (JFK Assassination Records Collection). Ha estado con los Archivos Nacionales y Registros Administrativos desde 1991 y es miembro del consejo de NARA FOIA al igual que la Sociedad Americana de Acceso de Profesionales (American Society of Access Professionals).