James Madison
El mayor de 10 hijos y descendiente de la aristocracia hacendada, Madison nació en el 1751 en Port Conway, del condado de King George, en Virginia, mientras su mamá estaba visitando a sus padres. Después de unas semanas, ella regresó con su hijo recién nacido, a la hacienda de Montpelier, en el condado de Orange, la cual se convirtió en su hogar por el resto de su vida. El recibió su educación primaria de su mamá, de tutores, y de una escuela privada. Aunque frágil y enfermizo en su juventud, el fue un alumno excelente, y en el 1771 se graduó del Colegio de New Jersey ( después conocido como Princeton), donde demostró interés especial en leyes y en gobierno. Considerando el clero como carrera, se quedó en el colegio un año más haciendo estudios graduados en teología.
De regreso en Montpelier, y sin haber decidido qué profesión seguir, Madison, adoptó la causa patriótica; y la política estatal y local ocuparon la mayoría de su tiempo. En el 1775, sirvió en el comité de seguridad del condado de Orange; y el próximo año sirvió en la asamblea de Virginia, que además de abogar por varios pasos revolucionarios, compuso la constitución de Virginia; del 1776 al 77, sirvió en la Cámara de Delegados; y del 1778 al 80, en el Concilio del Estado. Su mala salud evitó que prestara servicio militar.
En el 1780 Madison fue seleccionado para representar a Virginia en el Congreso Continental (1780-83 y 1786-88). Aunque originalmente era el delegado más joven, jugó un papel muy importante en las deliberaciones del congreso. Entretanto, en los años del 1784 al 86, sirvió de nuevo en la Cámara de Delegados de Virginia. Él fue una persona de importancia en la Conferencia de Mount Vernon (1785), asistió a la Asamblea de Annapolis (1786), e hizo una labor de importancia al convocar la Asamblea Constitucional del 1787. Él también había escrito extensamente acerca de las deficiencias en los Artículos de Confederación.
Madison era claramente una figura extraordinaria en la asamblea. Algunos de los delegados apoyaban una forma autoritaria de gobierno central; otros estaban a favor de mantener la soveranía de los estados; y la mayoría tenían posiciones entre los dos extremos. Madison, que casi nuca estaba ausente y que su Plan para Virginia fue en su mayor parte, la base de la Constitución, abogaba un gobierno fuerte, auque muchas de sus propuestas fueron rechazadas. Aunque no poseía abilidad para hablar, el habló más de 150 veces en la asamblea, y fue el tercero detrás del gobernador Morris y de James Wilson. Madison fue miembro de muchos comités, de los cuales los más importantes eran los de estilo y de materias aplazadas. Su diario de la asamblea es el mejor récord de éste evento. Él también tuvo un papel muy importante dirigiendo la Constitución a través del Congreso Continental.
Por su dirección en el proceso de ratificación en Virginia, Madison también defendió el documento contra oponentes fuertes como Patrick Henry, George Mason, y Richard Henry Lee. En New York, donde Madison estaba sirviendo en el Congreso Contiental, colaboró con Alexander Hamilton y con John Jay en una serie de ensayos que aparecieron en los periódicos del 1787 al 88 y que fueron publicados en forma de libro titulado El Federalista (1788). Este grupo de ensayos son clásicos en teoría política y son una exposición lúcida de los principios republicanos que fueron la base de la Constitución.
En la Cámara de Representantes de los Estados Unidos (1789-97), Madison ayudó a componer y aseguró que se pasara la Carta de Derechos. Él también ayudó a la organización del departamento ejecutivo y a la creación del sistema federal de impuestos. Él y Jefferson fundaron el Partido Demócrata-Republicano como líderes de la oposición a las políticas de Hamilton.
En el 1794 Madison se casó con una viuda vivaracha, 16 años menor que él, llamada Dolley Payne Todd, que tenía un hijo; ellos no tuvieron niños entre ellos. Madison pasó el período del 1797 al 1801 semi-retirado, pero en el 1798 escribió Las Resoluciones de Virginia, las cuales atacaron los "Alien and Sedition Acts." Mientras él servía de Secretario de Estado (1801-9), su esposa muchas veces servía de anfritiona del Presidente Jefferson.
En el 1809, Madison reemplazó a Jefferson. Como los tres primeros Presidentes, Madison se enredó en las ramificaciones de las guerras europeas. La diplomacia había fallado en prevenir el embargo de barcos, propiedades, y hombres de los Estados Unidos en alta mar, y una depresión arruinó al país. Madison continuó aplicando técnicas diplomáticas y sanciones económicas, que eventualmente fueron efectivas en cierto grado contra Francia. Pero la continua interferencia Británica con los transportes marítimos y otros agravios, causaron la Guerra del 1812.
La guerra, para la cual la nación jóven no estaba preparada, terminó en un empate cuando en diciembre del 1814 se firmó el Tratado de Ghent que aunque inconcluso, restauró las condiciones existentes antes de la guerra. Pero, gracias a la victoria espectacular de Andrew Jackson en la batalla de New Orleans (Chalmette) en enero del 1815, muchos americanos creyeron que ellos habían ganado. La independencia, que había sido probada ya dos veces, sobrevivió y un nacionalismo eufórico marcó los últimos años de la presidencia de Madison, bajo cuyo período los Demócratas-Republicanos dominaron sin ser vencidos.
Durante su retiro después de su segundo término, Madison manejó Montpelier, pero continuó activo en asuntos públicos. Él dedicó muchas horas a editar su diario de la Asamblea Constitucional, el cual el gobierno publicó cuatro años después de su muerte. Él sirvió de co-presidente de la Asamblea Constitucional de Virginia del 1829 al 30 y como rector de la Universidad de Virginia durante el período del 1826 al 36. Escribió artículos en los períodicos defendiendo la administración de Monroe, y sirvió de consejero en asuntos extranjeros. Madison también habló en contra de la controversia regional que amenazaba la existencia de la Unión. Aunque el tuvo esclavos toda su vida, él durante sus últimos años sirvió en la Sociedad Americana de Colonización, cuya misión era la reinstalación de los esclavos en África.
Madison murió a la edad de 85 años, en el 1836, dejando a su esposa y a su hijastro.